La Inteligencia Artificial es uno de los desarrollos tecnológicos que mayor influencia han adquirido durante los últimos años. El gran debate actual gira en torno a las posibilidades que se desprenden de esta herramienta. Principalmente para poder llevar a cabo todas las prácticas necesarias con el objetivo de exprimir al máximo todo su potencial.
No obstante, y pese a la gran novedad que supone en el día a día, conviene tener en cuenta que no todo el mundo tiene que conocer qué es exactamente la Inteligencia Artificial, así como el alcance con el que ésta llega a contar.
¿Qué es la Inteligencia Artificial?
Es precisamente la novedad de esta ciencia uno de los motivos que provocan que la Inteligencia Artificial (IA) se convierta en una de las vertientes cuya descripción resulte especialmente compleja de alcanzar.
No obstante, es importante entender a la IA como aquella inteligencia que trata de imitar el comportamiento con el que cuentan los humanos y adaptarlos a un robot o a un software determinado.
Por lo tanto, la idea de la que parte es la de poder replicar el mismo comportamiento con el que cuenta un humano en diferentes escenarios. Es cierto que el concepto no es nuevo, puesto que existen una gran cantidad de manifestaciones artísticas que ya apostaban por ella como uno de los ejes principales de nuestro futuro.
No conviene olvidar que nos encontramos ante una de las fórmulas que desprende un mayor protagonismo. Tanto en el escenario actual como en el futuro.
¿Cómo funciona la IA?
Para analizar el comportamiento de la Inteligencia Artificial es necesario entender cuál es el modo de comportamiento que caracteriza a sus flujos de trabajo. Entre ellos, estos son los que más destacan:
- En primer lugar, se debe aprender a realizar una nueva tarea. De este modo, el programa en cuestión comienza a adaptarse a los nuevos hábitos.
- Acto seguido es cuando comienza el entrenamiento. Es decir, se debe comenzar a trabajar con los flujos de trabajo correctos, para que el programa en cuestión pueda llevar a cabo todas las acciones pertinentes.
- Por último, una vez el entrenamiento ha finalizado, la IA será capaz de trabajar por ella misma, sin recibir ningún tipo de orden. De una manera autónoma, podremos alcanzar un gran resultado a la hora de exprimir al máximo todas las necesidades y opciones con las que cuentan.
Conoce en ésta otra entrada, cómo la IA está transformando los despachos de abogados para ver un ejemplo de aplicación real de esta revolucionaria tecnología.