El fenómeno de las acciones tokenizadas ha ganado mucha atención recientemente. Diversas plataformas fintech, exchanges de criptomonedas y brókers están ofreciendo productos que permiten comprar representaciones digitales de acciones tradicionales, muchas veces utilizando tecnología basada en cadenas de bloques. La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) ha lanzado advertencias claras sobre los riesgos que este tipo de instrumentos conllevan para los inversores, especialmente los minoristas. En este artículo os explico qué son las acciones tokenizadas, cuáles son los peligros más importantes que señala la ESMA y qué podéis hacer para protegeros.

¿Qué son exactamente las acciones tokenizadas?

Las acciones tokenizadas son representaciones digitales de acciones convencionales que cotizan en bolsa. En esencia, lo que se ofrece al inversor es un token (activo digital) cuyo valor está vinculado al precio de la acción subyacente, ya sea directamente o a través de instrumentos financieros o vehículos especiales. Algunas plataformas permiten que las acciones tokenizadas se fraccionen, se negocien fuera de horario bursátil tradicional y operen con mayor frecuencia.

Sin embargo, algo crucial: en muchos casos cuando compras una acción tokenizada no adquieres todos los derechos que conlleva ser accionista de la compañía real. Por ejemplo, puede que no tengas derechos de voto, ni exactamente los derechos a dividendos, o la capacidad de participar en decisiones de la empresa. ESMA advierte de estos puntos confusos.

¿Qué advierte la ESMA?

Varios son los puntos que la ESMA está señalando como motivo de preocupación:

1. Malentendidos entre inversores
   Muchos inversores podrían pensar que al comprar acciones tokenizadas están adquiriendo acciones reales, con todos los derechos asociados, cuando en muchos casos no es así. Esto puede generar expectativas erróneas.

2. Derechos no garantizados
   Como ya se ha mencionado, las acciones tokenizadas frecuentemente no otorgan derechos de accionista: voto, decisiones, participación en juntas, etc. Algunas plataformas usan derivados, vehículos de propósito especial, o intermediarios que gestionan la acción real, lo que complica saber exactamente lo que tienes.

3. Liquidez limitada
   Las acciones tokenizadas aún están en fase experimental. En muchos casos su mercado no es muy líquido, lo que puede dificultar comprar o vender cuando quieres hacerlo, o hacer que los precios se desvíen de los de las acciones reales. 

4. Regulación poco clara o diferente entre países
   ESMA señala que la regulación aplicable no siempre está clara para estos productos. La protección legal, los requisitos de transparencia y los estándares pueden variar mucho dependiendo de la jurisdicción. Esto implica que lo que vale para un país europeo puede no valer para otro.

5. Riesgos en la custodia y respaldo real
   En muchos casos, las acciones tokenizadas están respaldadas por acciones reales que están depositadas en un custodio o vehículo especial. Esto añade un riesgo: si el custodio no gestiona bien los activos reales o hay fallos operativos, el token puede dejar de reflejar correctamente el valor del subyacente.

6. Desconocimiento de los costes ocultos
   Aunque pueden parecer más baratas en comisiones al principio, existen costes indirectos: comisiones de custodia, spreads entre token y acción real, diferencias de precio fuera del horario tradicional, etc. Estos costes pueden reducir la rentabilidad real.

Ejemplos recientes que ilustran los riesgos

Para que todo esto no quede teórico, algunos casos recientes muestran cómo los problemas se han manifestado en la práctica:

• Robinhood y Coinbase han ofrecido productos de acciones tokenizadas en Europa, lo que ha llevado a debates públicos sobre si esos tokens realmente confieren derechos plenos como los de las acciones reales. ESMA ha mencionado estos ejemplos al hablar de riesgo de confusión para los inversores.

• Kraken, con su oferta llamada xStocks, permite exposición en tokens respaldados por acciones reales. Aunque cada token está supuestamente respaldado 1:1, los mercados fuera del horario bursátil han mostrado diferencias de precio, y la liquidez en momentos difíciles ha sido una preocupación.

• En muchos casos las plataformas declaran que los tokens no otorgan los derechos de voto o participación en juntas, lo que no siempre se comunica de forma suficientemente clara al público minorista.

¿Qué podéis hacer vosotros como inversores?

Si estás pensando en invertir en acciones tokenizadas, aquí tienes algunas recomendaciones para proteger tus intereses:

1. Leer bien los términos y condiciones
   Asegúrate de que entiendes si el token confiere derechos de accionista completos (voto, dividendos, participación legal) o solo exposición al precio.

2. Verificar la plataforma y el emisor
   Comprueba que la plataforma que oferta estos tokens esté regulada o al menos tenga buena reputación, que el emisor del token tenga respaldo transparente y que haya custodia adecuada de los activos reales.

3. Comprobar la liquidez
   Averigua cuántas personas compran/venden esos tokens, cuál es el volumen de negociación, y si existe diferencial importante en precio frente al activo “real”.

4. Evaluar los costes ocultos
   No te fijes solo en la comisión visible: observa spreads, costes de custodia, tarifas de retirada, diferencias en precios fuera de las horas de bolsa, y posibles desincronizaciones entre activo tokenizado y real.

5. Diversificar y no poner todos los huevos en la tokenización
   Dado que aún hay incertidumbre regulatoria y operativa, puede ser una buena idea que no todas tus inversiones estén en productos tokenizados.

6. Estar atentos a cambios regulatorios
   La ESMA y otros organismos están trabajando activamente en definir normas más claras para las acciones tokenizadas. Mantente informado, ya que lo que hoy se considera aceptable mañana puede cambiar, y eso puede afectar el valor o los derechos del token que tienes.

¿Cuál es la posición regulatoria actual?

La ESMA ha sido especialmente clara en sus declaraciones más recientes:

• Ha advertido que los inversores pueden confundirse sobre lo que realmente poseen cuando compran acciones tokenizadas.

• Ha reclamado mayor transparencia por parte de las plataformas que ofrecen estos productos, para que se explique qué derechos confieren exactamente, cómo se custodian los activos reales y qué riesgos adicionales pueden asumir los inversores.

• Colabora con otros reguladores (como federaciones de bolsas, asociaciones de exchanges) para armonizar normas que protejan al inversor y garanticen que estos productos no se vendan con exceso de ambigüedad. 

Escenarios para el futuro

Mirando hacia delante, estos son posibles desarrollos que podrían afectar a las acciones tokenizadas:

• Regulaciones más estrictas que obliguen a que todo token que se llame “acción tokenizada” cumpla ciertos estándares de derechos de accionista, transparencia y respaldo real.

• Mayor supervisión de las plataformas que ofrecen estos productos, incluyendo auditorías sobre custodia, respaldo de activos y liquidez.

• Posibles sanciones o prohibiciones para ofertas que no cumplan con lo que prometen al inversor (por ejemplo, si afirman que ofrecen derechos completos cuando no es así).

• Innovaciones que mejoren los mecanismos de custodia, de reconciliación con los activos reales, o la creación de vehículos garantizados que reduzcan los riesgos.

Conclusión

Las acciones tokenizadas tienen un potencial muy grande: democratizan el acceso a mercados, permiten comprar fracciones de acciones, ofrecen operaciones más flexibles, y pueden hacer de los mercados financieros algo más accesible para más personas. Pero como con cualquier innovación, también traen consigo riesgos que no deben subestimarse.

La advertencia de ESMA es clara: como inversor, tenéis que ser extremadamente conscientes de qué estáis comprando, qué derechos tenéis realmente, cuál es la liquidez real del mercado y cuáles son los costes ocultos. No basta que la idea suene bien; lo importante es que la ejecución y la regulación estén alineadas con lo que se os promete.

En definitiva: las acciones tokenizadas pueden ser una parte importante de la evolución financiera, pero requieren prudencia. Informándoos bien, evaluando cuidadosamente la plataforma y manteniéndoos al día con lo regulatorio, podéis aprovechar su potencial minimizando los riesgos.

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