¿Sabías que los mejores oradores usan el lenguaje corporal para demostrar confianza?
Hay muchas cosas que influyen en tu confianza y que también se ven influidas por ella. La confianza suele ser un tema un tanto circular, lo que puede dificultar saber por dónde empezar.
Es el caso del lenguaje corporal. Tener confianza en uno mismo mejora el lenguaje corporal. Pero tener un mejor lenguaje corporal también te hace más seguro de ti mismo.
¿Cómo es un lenguaje corporal seguro?
El lenguaje corporal de la confianza consiste básicamente en parecer relajado y tranquilo. Muchos suponemos que un lenguaje corporal seguro implica necesariamente un aspecto amenazador o intimidatorio, pero la realidad es que esto nos hace parecer a la defensiva.
Del mismo modo, intentar parecer distante o frío simplemente hará que parezcas una persona que se esfuerza. ¿Recuerdas a los chicos del colegio que fumaban con sus chaquetas de cuero y eran un poco trágicos?
Tener verdadera confianza en ti mismo significa que no tienes nada que demostrar, que no te preocupa demasiado lo que piensen los demás y que puedes relajarte porque no te sientes amenazado.
Por ejemplo, aunque algunas personas piensen que tener los brazos cruzados les hace parecer distantes e indiferentes, la realidad es que les hace parecer cautelosos e inseguros.
En cambio, si tienes los brazos y las piernas separados, te estás permitiendo ser vulnerable. Esto te hace parecer mucho más seguro de ti mismo, porque no te preocupan las amenazas de los demás y porque te permites ocupar mucho espacio.
Si estás cómodo, parecerás tranquilo. Si estás tranquilo, parecerás seguro de ti mismo. Por ejemplo, si no conoces la charla TED de nuestro CEO Juan Gabriel Gomila, te recomendamos que le eches un vistazo. Fíjate como usa su propio lenguaje corporal para demostrar confianza en el escenario ante el público.
Más signos de confianza
Hay otras señales de que tienes confianza en ti mismo que van más allá de la comodidad, por supuesto. Un ejemplo es la indicación sutil de propiedad. Hay muchas formas de dar a entender sutilmente que eres el dueño, pero la más común es tocando. Si te apoyas en el umbral de una puerta o pasas el brazo por el respaldo del sofá, da la impresión de que te sientes casi como si esa cosa fuera tuya.
Por eso apoyarse en una pared o en el marco de una puerta es una forma segura de comunicar mucha confianza en uno mismo.
Lo mismo ocurre cuando se toca a alguien. Por eso tocar a alguien en el hombro puede hacerte parecer mucho más seguro de ti mismo, sobre todo si se hace de forma alentadora y no amenazadora.
Pero recuerda: el lenguaje corporal se lee mejor como un todo. No se trata tanto de que cada aspecto individual de tu lenguaje corporal transmita un sentimiento como de que lo haga el conjunto.
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