Me dedico a engañar más que a enseñar, crítica de Arias-Aranda a las Universidades

Me dedico a engañar más que a enseñar, crítica de Arias-Aranda a las Universidades

Juan Gabriel Gomila Juan Gabriel Gomila
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El año 2023 ha empezado con noticias sobre la enseñanza con título que suena a click bait. Me dedico a engañar más que a enseñar, la carta viral de un profesor universitario de la Universidad de Granada asegura que se conoce mejor las marcas de los portátiles de los alumnos que sus caras.

Tras años de docencia Universitaria, nosotros mismos desde Frogames nos sumamos a su denuncia social y a ser conscientes de que cada vez más un título universitario no significa nada. La organización de empresas ha cambiado, así como sus necesidades. Tener un papel firmado no te distingue del resto de egresados. Y es por eso que cada vez más, empresas y universidades confían en Frogames Formación para la enseñanza y formación en nuevas tecnologías a través de sus cursos online. Porque al igual que aprobar no significa nada más que cumplir los criterios de un individuo (llamado profesor), tener un título universitario ya no es garantía suficiente para conseguir un trabajo.

Daniel Arias Aranda: Me dedico a engañar más que a enseñar

Daniel Arias-Aranda acumula dos décadas de experiencia docente. Comenzó en la Universidad Complutense de Madrid por un período de dos años antes de trasladarse a la Universidad de Granada, donde actualmente trabaja como profesor en el Departamento de Organización de Empresas.

En un contundente post en las redes sociales, el catedrático no se calla y se lamenta de la apatía del alumnado. Cada día se enfrenta a muchos estudiantes que se esfuerzan por labrarse un futuro brillante, pero cuando levanta la vista, lo único que ve es un montón de teléfonos y ordenadores que desvían su atención.

Me dedico a engañar más que a enseñar. Crítica a universidad

El catedrático afirma que un buen número de ejecutivos de grandes empresas han asistido a sus clases: "Participaban cientos de alumnos. Era difícil reconocer a las personas que llenaban aquellas amplias aulas. Estaban abarrotadas, algunos incluso tenían que sentarse en los escalones porque no había más espacio", recuerda en el inicio de la carta crítica.

Una dura crítica lamentando la falta de interés y motivación de los estudiantes de grado en la Universidad

El núcleo de su crítica gira entorno a la falta de interés y motivación que los estudiantes universitarios muestran en sus materias. Él afirma que muchos estudiantes dedican más tiempo a usar sus redes sociales que a aprender el contenido de la materia, lo que es problemático para el futuro de las empresas. Y es que si nos dieran a elegir entre un cirujano que ha aprobado la materia con un 5 pelado, o uno con matrícula de honor, ¿en quién pondríamos nuestra vida en sus manos?

Su texto se ha hecho viral en las redes sociales, mostrando su preocupación por la falta de entusiasmo y compromiso por parte de los alumnos. Se siente decepcionado con el comportamiento actual y pide a los estudiantes que tomen en serio su educación, pero no achaca toda la culpa al alumnado.

Se dirige directamente al alumnado para hacerle ver que vive enganchado a las redes sociales: “¿Te crees que no me entero? Mientras doy clase veo tu cara de soslayo. No estás en clase, estás en Instagram. Pero yo me hago el tonto y miro par otro lado”.

Afirma que el número de alumnos en sus clases es reducido en comparación a la década pasada y que el índice de participación sólo ronda el 30%. Ha tenido que enfrentarse a la falta de entusiasmo y al alboroto en el aula, lo que le ha obligado a separar a los alumnos, sacarlos de clase y, a veces, incluso salir él mismo de la clase. ¿Estamos en la Universidad o en el patio de un colegio?

Las redes sociales y la tecnología, solo algunas de las responsables de este problema social

En su carta, el profesor Arias-Aranda expresa su preocupación por la degradación de la excelencia académica en los últimos tiempos y menciona en particular la intensificación del uso de la tecnología como una de las fuentes principales. Afirma que no está en contra del uso de la tecnología para el aprendizaje, pero cree que sólo debe aplicarse con fines educativos y no para otros asuntos.

“Soy consciente que para vosotros, soy solo un estímulo más que compite con las redes sociales y el vasto imperio de internet. Evidentemente, soy más aburrido que un video de influencers de TikTok″., “Es un elemento disruptivo”, explica el profesor, “se pierde esa comunicación directa entre alumno y profesor”.

El enemigo en casa, el propio sistema universitario actual

El problema sin embargo no es únicamente culpa de los móviles y las redes sociales. El catedrático explica que “El nivel de la asignatura ha bajado. Hacemos parciales tal y como establece la evaluación continua del plan Bolonia para tratar de aprobar a un mayor número de estudiantes. Tenemos que hacer magia, bajando la nota mínima con tal de tener un porcentaje de aprobamos mínimo a pesar el nivel de los trabajos y presentaciones de los alumnos no pasaría, en su mayoría, los estándares del teatrillo de Navidad de primaria. Pero eso, para nosotros es más que suficiente para poner un 5″.

En este punto me sumo como afectado personalmente por los años de docencia universitaria que impartí en Mallorca. Lo que en un curso online es motivación, en el aula es vaguería; lo que en un curso online es investigar y expandir horizontes trabajando actitudes de resolución de problemas, en clase es "El profe no explica el contenido y me obliga a buscarlo en internet"; y lo más triste de todo es que cuando suspenderías a todo el mundo por el desastre de informe o de trabajo que han presentado, hacemos de tripas corazón y les decimos que haremos magia, aplicando una campana de Gauss para cumplir los porcentajes de aprobados que nos exigen desde las reuniones de coordinación, para que la universidad siga cumpliendo el escaparate y la fachada, con sus eslóganes y estadísticas de estar en el top de resultados en Matemáticas o Ingeniería entre otros.

Sí, esta es la realidad en la que vivimos, y la carta de Daniel Arias el golpe de realidad que necesitábamos en el sector de la educación. El mundo cambia así como las necesidades de las empresas. Si la respuesta de la Universidad es simplificar y aprobar para no deprimir al estudiante, cuidarlo y animarlo para que su ánimo no decaiga, entonces resulta que la Universidad no forma a gente competente, sino literalmente a inútiles con miedo al fracaso.

Es por ello que el docente asegura en su carta que se dedica a “engañar al alumno”, porque viven “en una mentira edulcorada por los propios catedráticos”. De hecho expone que hace años que no recomienda “a ningún alumno para ninguna empresa”. Yo tampoco lo hago. Prefiero recomendar algún estudiante online de nuestros cursos online del otro lado del charco, del cual conozco su compromiso y sus ganas de aprender, que al estudiante que durante todo el año ha calentado asiento en el aula de mi clase.

Me sumo sin duda al melón que el profesor Arias-Aranda se ha atrevido a abrir, y no por criticar y ser un hater en artículos de opinión como este, sino porque realmente creo si Shakira es trending topic por su canción con Bizarrap por contar cómo fue y está superando la ruptura con Piqué, este tema es tan importante para el futuro de la sociedad que debería tener no una canción, sino todo un disco dedicado a él. Pero claro, los temas del corazón y un despecho hacia tu ex-pareja vende más que un tema tan serio como la educación online.

Me dedico a engañar más que a enseñar. Me too.

Para terminar, quiero recoger las frases textuales del profesor y abrir este debate tan necesario.

“No tienes capacidad de expresión. Tu vocabulario es muy básico y se limita a verbos débiles; Por ello, cuando entregas un trabajo o haces una exposición de un texto que has copiado de Wuolah, El rincón del vago u otros, sé de sobra que no lo has escrito tú; Por supuesto, al exponer en clase, la frase del punto anterior la has leído literalmente de tu móvil, del que no despegas los ojos; No sabes estar. No te dignas a respetar la institución milenaria que te acoge y que se llama universidad; Si tu expresión es limitada, tu escritura lo es más; Jamás hubieras superado esta asignatura hace 10 o 20 años; Tu nivel de lenguas extranjeras es nulo; Las habilidades blandas brillan por su ausencia. ¿Liderazgo, resiliencia, trabajo en grupo? Son básicas para cualquier empleo: Vives anestesiado por las redes sociales”.

Si trabajas en una Universidad y crees que este es un problema que vale la pena afrontar de raíz, exige y cumple, comparte, los docentes somos expertos en hacerlo y el diseñar planes de estudio que estarán obsoletos cuando se impartan tiene que terminarse. No digo que en Frogames Formación tengamos la panacea que vaya a resolver estos problemas, pero que sí ha llegado el momento de poner el futuro de nuestro país por encima de las chorradas y que nos sintamos orgullosos de la gente que enseñamos, no avergonzados.

Mi opinión o la de Arias-Aranda no será para nada del gusto de todos, y muchos nos criticarán por ello. Las universidades que simplemente vean mi opinión como una vendetta o una estrategia de marketing baratera para Frogames, igual será porque se sienten tan afectadas por este problema, sin quererse dar cuenta ni poder hacer nada para resolverlo, que será que no quieren que este tema les "sal-pique".

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